No estás dañada, ni rota y ¿te cuento un spoiler?, al final si serás feliz y libre.
“Pedir ayuda o romper el silencio, es el mayor acto de valentía y autocuidado que podemos hacer por nosotras mismas, quienes abusaron de nosotras se refugian en nuestro silencio y siguen victoriosos frente a nuestro dolor, pero una vez que abrimos esa puerta, los miedos desaparecen, ya no somos prisioneras de esa culpa”
Ninguna de nosotras provocó esto
Temía que enfrentar estos recuerdos me dañara o me generara más inseguridad ya sea en mi vida o en mi relación actual… temía sentirme juzgada, que no me creyeran.
Logré sentirme profundamente contenida y aliviada
Si bien antes de la terapia había conversado sobre el abuso con mi mamá y algunos de mis amigos más cercanos, solo en terapia logré sentirme profundamente contenida y aliviada al narrar lo vivido
Poder verbalizar el abuso de alguna forma me salvó la vida
Llevo semanas pensando cómo escribir esta carta, pensando que me hubiese gustado que me dijeran cuando inicié el proceso de reparar, de sanar, de reconstruirme.
Al comienzo no quería pensar en los sucesos
Durante un largo periodo de mi vida me encontré en la oscuridad. Con mis amigas sobrevivientes concordamos con que hay algo que nos quitan, hay sentimientos de culpa y vergüenza