Ninguna de nosotras provocó esto
No es fácil, no voy a negarlo… desde hace unos 3 o 4 años, había situaciones que volvían a mi mente y las recordaba como si hubiesen pasado ayer. Comencé a tener muchos flashback que venían acompañados de mucha ansiedad, de miedo, de pena.
Estos recuerdos se fueron haciendo muy recurrentes, al principio no sabía si realmente era algo que imaginaba o si eran recuerdos reales… pero al darme cuenta de cómo me sentía con ellos, decidí hablarlo con mi pareja actual (una de las personas en quien más confío) y conversando con el, es que decidí que debía hacer terapia por que sentía que era necesario entender y sanar todo lo que me pasaba.
Asumir que necesitaba ayuda fue lo más duro, por que no quería asumir que estos recuerdos eran reales, que me habían violentado dentro de mi ex relación y que no había sido una relación tan linda como yo recordaba. Temía que enfrentar estos recuerdos me dañara o me generara más inseguridad ya sea en mi vida o en mi relación actual… temía sentirme juzgada, que no me creyeran.
Pero a pesar de eso dije “vamos, que tan malo puede ser”…con el tiempo pude hablarlo, con mi pareja, con mi mamá, con amigos… y el apoyo incondicional que me dieron fue muy importante.
En esa etapa, aún sentía mucha culpa y vergüenza, sentía que todo lo había provocado yo, que yo no había salido de eso que siempre dije “si a mi me pasara me voy”… con el tiempo, con terapia y la ayuda de la Silvi, que me ha ayudado de manera libre, sin juzgar y con mucho cariño, entendí y abracé el saber que no era mi culpa lo que había pasado… gracias a eso pude contarle a quien más miedo me daba… mi mamá, la cual me apoyó y me preguntó todo para entender cómo ayudarme, me sentí libre de poder contar mi historia, sin vergüenza por que NO ERA MI CULPA.
Pude entender que había dejado de lado mis hobbies por sobrevivir, ya que solo me dedicaba a trabajar, no salía, me alejé de todo, no me gustaba salir sola, no quería conocer a nadie, solo trabajaba…pero con el tiempo y el apoyo de mi pareja (a quien conocí sin esperarlo) y familia, comencé a hacer cosas que me gustaban, volví a los videojuegos, a leer y a disfrutar mis tiempos a sola tomando un café con un libro. Gracias a ese apoyo y a la Silvi, me atreví a enfrentar esa pena, para poder entender por qué sufría tanta ansiedad, para trabajar todo lo que me había pasado y aprender a no juzgarme, a vivir cada sentimiento libre.
Siento que es muy común que nos juzguemos y pensemos “yo me puse en esta situación” o “por que no termine antes”, pero debes recordar algo… y es que, una persona que realmente te ama, jamás te hará o provocará ese daño, una persona que te cuida no hace eso. Por eso les digo que no se culpen, ninguna de nosotras provocó esto.
No sientan vergüenza, por que siempre habrá alguien dispuesto a escuchar y brindarte apoyo, incluso creo que hay muchas que nos entienden, más de las que creemos. Con mi trabajo me he topado con muchas historias similares a la mía, y hemos podido hablarlo y sacado a flote por que vemos en la otra un apoyo. Creo que esto a mi me ha ayudado a dejar de cargar esa mochila tan pesada que sentía hasta hace un tiempo y por eso te digo que se puede, cree en ti, eres valiente y puedes salir de ese dolor.
Francisca L, 32 años.