No estás dañada, ni rota y ¿te cuento un spoiler?, al final si serás feliz y libre.

Si estás leyendo esto, es porque sobreviviste a un abuso, sé que es difícil y doloroso. Tal vez es algo que has cargado toda tu vida en silencio y soledad, quizás sientes que es tu culpa, quizás piensas que tú te lo buscaste, tal vez sientes mucho miedo y crees que si hablas o identificas a esa persona que te dañó, lo que sucederá después será mucho peor o quizás lo dejaste en un rincón de tu memoria como algo que jamás sucedió. Y a veces hay situaciones o personas que te hacen conectar con ello y se revive como si hubiese sucedido ayer o sigue sucediendo y no sabes como escapar o enfrentarlo, lo que te hace sentir muy mal, mucha rabia, vergüenza, dolor o tristeza profunda;

Tal vez quien o quienes lo hicieron es alguien en quien confiabas o alguien de tu familia, lo que lo hace más doloroso aún, porque ya no tienes en quien creer, si se supone quienes debieron cuidarte son lo que más te han lastimado, entonces qué puedes esperar del resto del mundo, cierto¿?.  Tal vez sucedió cuando fuiste muy pequeña y no te diste cuenta lo que sucedió hasta que creciste y eso hizo derrumbar tu vida.

Todo eso suena muy solitario y desesperanzador, pero no es así, no estás sola, no es tu culpa y JAMÁS ES NI SERÁ TU CULPA, no estás dañada, ni rota y ¿te cuento un spoiler?, al final si serás feliz y libre.

Pedir ayuda o romper el silencio, es el mayor acto de valentía y autocuidado que podemos hacer por nosotras mismas, quienes abusaron de nosotras se refugian en nuestro silencio y siguen victoriosos frente a nuestro dolor, pero una vez que abrimos esa puerta, los miedos desaparecen, ya no somos prisioneras de esa culpa, de esa suciedad que sentimos, de ese secreto que los mantiene impunes. Una vez que los liberamos, esos fantasmas ya no pueden dañarnos, se hacen pequeños y nunca es tarde, aunque haya sucedido hace muchos años, siempre será el momento indicado, tal vez antes no tenías las herramientas para hablar de ello o tal vez simplemente te cansaste de estar triste y sólo quieres ser feliz.

Abrir y hablar de esa herida, es un proceso lento, muchas veces es volver a llorar y revivir cada momento, pero te aseguro que es reparador y sanador, una vez que te liberas, sientes menos peso, ves todo con más claridad, ves todo lo que haz superado, quizás siempre tengamos que vivir con esto, pero ya no determinará tu vida ni quien eres, será una cicatriz, quizás dolerá toda la vida o jamás lo olvidaremos, pero ya no tendrá poder sobre nosotras, no determinará tu felicidad, no marcará tus relaciones, volverás a sonreír, volverás a sentirte tú misma, recuperarás tu valor y tu poder, porque eres única, eres muy valiente, eres dueña de tu vida y camino, sólo tu puedes crearlo.

Sólo tu puedes elegir ser feliz, sino puedes hablar, escríbelo, cántalo, baila, pero busca la forma de sacarlo de ti, ese secreto es muchas veces una cárcel mucho más dolorosa que el mismo abuso, porque nos mantiene privadas de todo lo que la vida nos ofrece.

Ya pasaste por mucho, es momento de ser feliz, te invito a ser libre, no es suficiente “sobrevivir” la vida, hay que vivirla plenamente

Tamara C.

Siguiente
Siguiente

Ninguna de nosotras provocó esto